La actriz señaló que las nuevas generaciones encuentran ofensiva la serie de los noventa

Jennifer Aniston ha declarado que hoy en día sería imposible grabar una serie como Friends. La actriz reconoció que la sensibilidad ha cambiado y que buena parte del público ahora considera ofensiva la serie que arrasó en los años noventa.

Esta declaración ocurrió durante la promoción de la película Murder Mistery 2, que protagoniza a lado de Adam Sandler. Durante una entrevista con la agencia AFP, la actriz ha señalado que la comedia ha cambiado en las últimas décadas:

La comedia ha evolucionado, las películas han cambiado. Ahora es más difícil porque tienes que tener mucho cuidado, lo cual nos complica el trabajo a los actores, porque la belleza de la comedia consiste en reírnos de nosotros mismos, reírnos de la vida

En la entrevista celebrada en París la actriz ha declarado que el mundo y, en especial, su país, necesitan grandes dosis de humor: “¡El mundo necesita más humor! Especialmente Estados Unidos, que está demasiado dividido”.

No obstante, aunque apunta que el humor es indispensable en el actual ambiente político, también declaró que el público cada vez encuentra menos atractiva la icónica serie Friends, donde interpretó a Rachel:

Hay toda una nueva generación, chicos que ahora miran episodios de Friends y les parecen ofensivos

Aunque la actriz defiende que la serie tocó temas como la homosexualidad de forma abierta y comprensiva, también admite que algunos guiones pudieron haber sido más meditados:

Había cosas que nunca fueron intencionadas, y otras que quizás deberíamos haber meditado más. Pero tampoco había la misma sensibilidad que hay ahora

En Murder Mistery 2, que se estrena en streaming el 31 de marzo, Jennifer Aniston y Adam Sandler interpretan a dos turistas despistados que intentan resolver un crimen en París.

Esta película sigue la fórmula de comedia ligera con trama detectivesca de Murder Mistery, lanzada en 2019. En aquella cinta se narran las aventuras de un agente de policía que consigue resolver un crimen con la ayuda de su esposa peluquera.