“Los síntomas comenzaron como una gripa normal, dolor de cabeza, garganta, fui a un centro Centinela, me hicieron la prueba, me aislé 3-4 días en mi casa checando la saturación de oxígeno, me empezó a bajar de 90 y ahí fue cuando busqué atención medica en un hospital, llegó un padre, rezamos, me dio muchísima tranquilidad me durmieron y ya no recuerdo nada hasta que desperté”, expresó.
Leer Nota Completa en Proyecto Puente