La ex profesora de Matemáticas de 41 años, el 8 de enero de 2024, se tiró con su hija de seis años y su perro desde un noveno piso y la niña murió en el acto, pero los jueces han ordenado su libertad condicional
El juicio contra Giulia Lavatura, una ex profesora de Matemáticas de 41 años que se tiró de un noveno piso junto con su hija y su perro, ha terminado hoy. Los hechos ocurrieron el pasado 8 de enero de 2024 y la pequeña Wendy, de seis años, murió en el acto junto al animal, un caniche llamado Jessy al que la mujer había atado a la cintura de la pequeña antes de tirarse al vacío. Unos días después de la tragedia, una evaluación psiquiátrica confirmó que la mujer tiene un trastorno bipolar grave. Sin embargo, la Justicia de Rávena ha ordenado su libertad condicional al considerar a la mujer socialmente peligrosa. Por ello, permanecerá al menos un año en un centro de salud mental del que tiene prohibido salir a menos que esté acompañada por algún trabajador. En otras palabras: la han absuelto por falta de responsabilidad penal ya que consideran que hubo una incapacidad de comprensión y voluntad a la hora de matar a la pequeña.
El fiscal Stefano Stargiotti había solicitado su absolución. “Estoy satisfecho con el resultado del juicio”, explica el abogado de la mujer, Massimo Ricci Maccarini, “y creo que era bastante evidente en su momento. Un informe pericial había puesto de manifiesto desde hacía tiempo la incapacidad de comprender y querer de la mujer. El hecho en sí es grave. Me conmovió durante el juicio. Pero el resultado es el esperado”.
Para el abogado, cabe destacar el estado de su cliente más de un año después del suceso. “El tratamiento de la joven no ha terminado. Tiene una conciencia superficial de lo sucedido. Su patología requiere mucha atención debido al riesgo de suicidio; de hecho, por eso se la considera socialmente peligrosa y no por otra razón”, añade. El abogado se centra en las posturas de la fiscalía y de su marido: “De hecho, el fiscal solicitó inmediatamente la absolución. Y quiero destacar la sinceridad del esposo de Giulia. Incluso después del dolor de la tragedia, independientemente de lo sucedido, siempre ha mostrado cariño hacia su mujer”.
Eran las 7 de la mañana del 8 de enero de 2024. La ex profesora se había despertado unos minutos antes. En ese momento, el edificio de apartamentos —donde vivía con su hija, su marido y su perro— estaba en obras y estaba rodeado de andamios que se extendían desde la planta baja hasta la superior. Todo ocurrió en cuestión de minutos. Tras levantarse de la cama, la mujer cogió a su hija y a su perro, abrió una ventana en la planta superior, se subió al andamio y saltó al vacío. Su hija y su perro no tuvieron escapatoria: cayeron al pavimento, muriendo al instante. Lavatura, por su parte, se golpeó con el andamio montado a la altura de las plantas inferiores y luego aterrizó sobre una pila de barreras colocadas en la planta baja, que amortiguaron el golpe. En esos momentos, su marido estaba en casa, pero no se había dado cuenta de nada porque estaba dormido.
La mujer fue rescatada minutos después de los hechos y se encontraba lúcida y consciente. Fue arrestada por homicidio agravado y matar a un animal. “Quería morir y no quería que mi hija se quedara sola”, declaró a los investigadores. Durante las investigaciones, se supo que la mujer lo había planeado todo. El 22 de diciembre, escribió una larga carta en la que explicaba los motivos del acto, que se consideró premeditado y planificado detalladamente.
Años antes, le habían diagnosticado trastorno bipolar, por lo que recibía seguimiento en un centro de salud mental. Unas semanas antes, según admitió ella misma, había decidido dejar de tomar los medicamentos.